Biden cerró temporalmente la frontera con México por el aumento de migrantes
Si la media diaria super a los 2.500 migrantes durante una semana, se limitarán las solicitudes para ingresar a Estados Unidos. Conocé los detalles.
Sociedad04/06/2024Franco UrrutiaEl martes, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, firmó una orden ejecutiva que establece restricciones significativas en las solicitudes de asilo en la frontera con México. Esta medida, una de las más firmes en materia migratoria de su administración, se produce en un momento crucial, en plena campaña para las elecciones generales de noviembre.
La orden permitirá la deportación de personas que no cumplan con estrictos criterios de asilo cuando se alcance un promedio de 2.500 detenciones diarias en la frontera durante siete días consecutivos, según informaron altos funcionarios estadounidenses. Dado que la media de arrestos diarios en abril fue de 4.200, la orden entrará en vigor de inmediato.
Los protocolos para solicitar asilo se relajarán nuevamente cuando el promedio de detenciones descienda a 1.500 durante 14 días, una meta que puede resultar difícil de alcanzar. Bajo este nuevo estándar, los migrantes deberán demostrar una "posibilidad razonable" de sufrir torturas o persecuciones si son devueltos a sus países de origen.
Si no pueden demostrar su elegibilidad bajo este criterio más riguroso, serán deportados en cuestión de "horas" o "días", según los funcionarios. La nacionalidad del migrante determinará su destino: los mexicanos y ciudadanos de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela serán devueltos a México, mientras que los procedentes de otras regiones serán expulsados en vuelos de deportación.
Sin embargo, hay excepciones, como los menores no acompañados y las víctimas de tráfico humano o emergencias médicas agudas. Además, se continuarán procesando los casos de asilo para aquellos que hayan solicitado una cita a través de la aplicación móvil "CBP One".
Biden presentó esta orden en un evento en la Casa Blanca acompañado por alcaldes de la frontera, marcando así un punto de inflexión en su enfoque migratorio. Con las elecciones a seis meses de distancia, esta medida apunta a desafiar las críticas de la oposición, especialmente de la campaña del expresidente Donald Trump, que ya calificó la acción como una forma de "amnistía".