Denuncias en cadena contra Grupo Uno Led y su propietario Javier Miranda
Decenas de emprendedores denuncian a la empresa de pantallas LED por incumplimientos contractuales, pagos en dólares sin devolución y promesas que nunca se cumplen. Su fundador, Javier Miranda, sigue promocionando su imagen pública y estilo de vida ostentoso mientras acumula reclamos sin responder.
Sociedad22/05/2025
Grupo Uno Led se presenta como una empresa argentina líder en servicios de pantallas LED, con presencia en todo el país y una imagen consolidada gracias a su fundador y rostro visible, Javier Miranda. Sin embargo, tras la fachada de modernidad y emprendimiento, se esconde una preocupante trama de incumplimientos, estafas y damnificados que no dejan de multiplicarse.


Javier Miranda, quien supo ganar notoriedad mediática dictando cátedra sobre publicidad y tecnología en medios y eventos, hoy enfrenta una ola creciente de denuncias por parte de personas que aseguran haber sido víctimas de su modelo de negocio. Lo que comenzó como una empresa en expansión, ahora parece operar como una maquinaria de engaño sistemático.
Según testimonios recabados, la operatoria de Grupo Uno Led se repite con una precisión alarmante: los clientes son atraídos por un discurso de innovación y facilidades de pago, firman contratos y entregan altas sumas de dinero —en la mayoría de los casos, en dólares— a cambio de pantallas LED que nunca llegan. Mientras tanto, la empresa continúa cobrando cuotas mensuales, sin brindar explicaciones ni soluciones.
"Nos llena de excusas", denuncia una de las víctimas, que prefiere mantener el anonimato. "Hace más de un año que reclamo. Lo último que me dijo es que la pantalla no llegaba porque un buque chino estaba varado. Es una burla", sostuvo con indignación. Como ella, hay decenas —quizás cientos— de personas que se organizan en redes sociales y grupos privados para denunciar a la firma.
Lo más indignante para los damnificados es la impunidad con la que Miranda continúa exponiéndose en medios, escribiendo libros y promocionando su figura de “emprendedor exitoso”, mientras los reclamos se acumulan sin respuesta. "Sigue alentando a que le compren, a que le paguen por algo que no va a entregar", lamenta otra víctima.
En su página oficial, Grupo Uno Led se jacta de haber recorrido “más de 1.197.330 kilómetros instalando pantallas a lo largo y ancho del país”. Pero la distancia real que hoy lo separa de la verdad, la justicia y la confianza de sus clientes es abismal. La tecnología SMD que promociona poco puede hacer frente a la opacidad de su gestión comercial.
¿Qué pasó con las pantallas? ¿Dónde está el dinero que cientos de personas entregaron de buena fe? ¿Por qué Javier Miranda no da la cara ni responde a los reclamos? Las preguntas se acumulan, al igual que las promesas incumplidas.
Mientras tanto, la empresa sigue funcionando. Sigue vendiendo. Y sigue cobrando. Pero lo único que entrega es silencio.







