China y el observatorio en Chile que despierta sospechas: ¿ciencia o estrategia militar?
Un proyecto científico chino en el norte de Chile quedó bajo la lupa por su posible uso dual, en medio de tensiones geopolíticas y preocupaciones por la soberanía.
09/05/2025

El Parque Astronómico Cerro Ventarrones, ubicado a 90 kilómetros de Antofagasta, Chile, fue concebido como un ambicioso proyecto científico binacional entre la Universidad Católica del Norte (UCN) y el Observatorio Astronómico Nacional de China (NAOC). El objetivo inicial era construir un centro astronómico de vanguardia, con telescopios de alta precisión, un auditorio y un polo de desarrollo en astroturismo. Pero hoy, el plan está en revisión tras serios cuestionamientos sobre su posible uso militar encubierto.


El convenio se firmó en 2016, y tras varios años de avances científicos y logísticos, en 2023 comenzaron oficialmente las obras. La ubicación del cerro, con un 85% de noches despejadas al año y a 2.800 metros sobre el nivel del mar, lo convirtió en un sitio ideal para la observación del universo. Sin embargo, en abril de 2025, el proyecto quedó bajo revisión del gobierno chileno tras advertencias diplomáticas de Estados Unidos, que alertaron sobre su posible uso dual: científico y militar.
Estados Unidos alertó sobre el riesgo de militarización del observatorio chino
Washington advirtió que ciertos telescopios de precisión podrían ser usados para monitorear satélites o ensayos de misiles, generando una posible vulneración a la seguridad nacional chilena. Ante estas advertencias, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile suspendió temporalmente el avance del proyecto e inició una investigación sobre los términos del convenio firmado entre la UCN y China.
China, por su parte, negó rotundamente cualquier intención militar. El embajador Niu Qingbao calificó las acusaciones como un intento de sabotaje por parte de Estados Unidos, y sostuvo que el proyecto es “puramente científico”. La UCNtambién salió en defensa de la iniciativa, subrayando que todo se ajustó a la legislación nacional vigente.
Infraestructura china en América del Sur: una estrategia de presencia global
El caso de Cerro Ventarrones no es aislado. Se suma a una red de instalaciones chinas en Sudamérica, que han sido señaladas por su posible uso estratégico. En Argentina, opera desde 2017 la Estación Espacio Lejano de Neuquén, bajo administración de la China Satellite Launch and Tracking Control General (CLTC), organismo ligado al Ejército Popular de Liberación. Allí, funcionan antenas de 35 y 13,5 metros para comunicaciones en bandas S, X y Ka.
También se registran antecedentes en Chile, con la Estación Satelital de Santiago, operada en convenio con la sueca SSC, hasta que en 2020 Suecia canceló el acuerdo por sospechas de espionaje. En Venezuela, China instaló la Estación El Sombrero, dentro de una base militar. Y en Río Gallegos, Argentina, se proyecta una nueva estación satelital china, con hasta seis antenas, a través de la firma Emposat.
Este patrón se enmarca en la doctrina de “Fusión Militar-Civil” promovida por Xi Jinping, que busca ampliar la influencia global de China utilizando infraestructura científica con potencial estratégico o militar.
Falta de transparencia y participación política en Chile
Una de las críticas más fuertes al proyecto del Cerro Ventarrones es la escasa discusión pública y la ausencia del Congreso Nacional en el análisis del convenio, lo que despierta dudas sobre la gobernanza científica y la alineación con los intereses estratégicos del país.
Las tres fases del proyecto en Cerro Ventarrones
Campamento Base: alojará laboratorios, dormitorios, servicios y resguardo de tecnología.
Instalación de proyectos científicos en más de 30 lotes de 2.500 m² cada uno.
Montaje de telescopios de gran tamaño y complejo para operación continua como centro de referencia astronómica.
Ciencia, geopolítica y soberanía
El caso del observatorio chino en Chile refleja cómo los proyectos científicos internacionales, lejos de ser neutros, están atravesados por los intereses de potencias globales. El avance tecnológico puede convivir con agendas militares, y lo que parece una cooperación científica, puede tener implicancias profundas en materia de seguridad e inteligencia regional.
Fuente: ElArchivo







