Exceso de petróleo y precios en baja: Neuquén, en el ojo de la tormenta económica

JPMorgan lanzó una alerta que resuena con fuerza en provincias productoras de petróleo como Neuquén. El banco advierte que, si los países productores no recortan la oferta, el precio del crudo Brent podría desplomarse hasta los 30 dólares por barril en 2027. Esta previsión se da en un contexto de negociaciones salariales en la provincia, lo que pone presión sobre las finanzas públicas en un escenario incierto.

Aunque la demanda global muestra señales positivas, creciendo más de lo previsto en 2025, la oferta petrolera podría expandirse a un ritmo tres veces superior. Según el análisis, los productores fuera de la OPEP+ serán los principales responsables del aumento. Esto generaría un exceso de oferta de 2,8 millones de barriles por día en 2026 y 2,7 millones en 2027, cifras que históricamente empujan los precios a la baja.

Frente a este desequilibrio entre oferta y demanda, los analistas proyectan dos caminos posibles. En el escenario más crítico, el precio del Brent caería a 42 dólares en 2027 y luego podría descender aún más. En su escenario base, JPMorgan estima que el barril cotizará en torno a 57 dólares, suponiendo que se produzcan cierres voluntarios de producción y medidas de estabilización.

Neuquén, que obtiene más del 70% de sus regalías a partir del petróleo, podría ver comprometido su equilibrio fiscal si se concretan estos pronósticos. En un contexto de aumentos salariales en discusión, la caída del crudo afectaría directamente la capacidad de la provincia para afrontar compromisos con el sector público, proveedores y obras de infraestructura.

Actualmente, el mercado ya muestra signos de alerta. En 2025, el Brent acumula una baja del 16% y el crudo WTI cae un 19%, con valores aún por encima de los escenarios proyectados. Sin embargo, la decisión de la OPEP+ de aumentar la producción pese a la caída de precios suma incertidumbre sobre el futuro del mercado energético.

Frente a esta realidad, vuelve a tomar relevancia la idea de establecer un fondo anticíclico provincial, que permita amortiguar el impacto de cambios bruscos en el precio del petróleo. Sin este instrumento, la provincia queda expuesta a choques externos que podrían frenar su desarrollo y limitar su capacidad de respuesta ante demandas sociales y salariales crecientes.