Paro de la CGT: no cumplió su objetivo final pese a las limitaciones en el transporte
La central obrera consideró el paro "contundente", pero no logró mover al Gobierno a negociar. Ahora, el debate interno se intensifica: algunos prefieren esperar y otros presionan por un paro de 36 horas.
Nacionales09/05/2024Franco UrrutiaEl impacto del paro convocado por la CGT se sintió con fuerza, aunque con niveles de adhesión variados, y no logró mover al Gobierno para que cambie su rumbo político. Las reacciones de los líderes sindicales frente a la segunda huelga contra Javier Milei sugieren que el escenario post-protesta no experimentará cambios significativos en la posición oficial.
"Hemos enviado un mensaje claro al Gobierno para que reconsidere su política de ajustes, que está llevando las cosas a extremos", afirmó Héctor Daer, co-líder de la CGT (Sanidad), durante la conferencia de prensa posterior a la medida de fuerza. Sin embargo, no se percibió euforia ni alegría entre los dirigentes presentes en el salón Felipe Vallese de Azopardo 802. Aunque varios sindicalistas destacaron la "contundencia" del paro, esta no se reflejó en sus expresiones faciales ni en sus discursos. Daer prefirió no responder directamente a las críticas de Milei, Patricia Bullrich, José Luis Espert, Manuel Adorni e incluso Pablo Moyano, conocido por su franqueza verbal, se mostró más mesurado.
El balance positivo del paro estuvo mezclado con alivio y preocupación: la cúpula cegetista enfrenta ahora el desafío de definir su próximo paso. El sector dialoguista reconoce que no es sostenible convocar huelgas mensuales, aunque algunos dirigentes presionan por avanzar hacia un paro de 36 horas, como sugirió Rubén "Pollo" Sobrero durante la marcha del Día del Trabajador.
Internamente, hay debate sobre el futuro de la estrategia sindical, condicionado en parte por el destino de la Ley Bases y el paquete fiscal en el Senado. Para muchos en la CGT, el presidente no retrocederá ni negociará a menos que sus principales proyectos legislativos fracasen, como ocurrió con la marcha universitaria.
En medio de este panorama, la CGT espera que el Gobierno vuelva a convocar al diálogo. Desde la única reunión oficial en abril, el contacto se mantuvo a través de interlocutores como Santiago Caputo y el ministro del Interior, Guillermo Francos. Incluso la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, intensificó las reuniones con dirigentes sindicales.
El Gobierno, por su parte, no hizo esfuerzos notables para levantar el paro, aunque mostró cierta flexibilidad en temas laborales y salariales. Tras esta segunda huelga en cinco meses, la CGT espera ver la próxima movida de Milei, mientras que sus moderados buscan evitar la confrontación prolongada y las ideas radicales que podrían surgir en fracciones más combativas dentro de la central sindical.