Elecciones en Estados Unidos: ¿Qué pasa si hay un empate entre Harris y Trump?
Con las encuestas reflejando una paridad notable y los siete ‘swing states’ como clave, surge la pregunta: ¿qué pasaría si ambos candidatos logran 269 votos en el Colegio Electoral? Conoce la respuesta en esta nota.
Nacionales01/11/2024Franco UrrutiaEl próximo 5 de noviembre, Estados Unidos se prepara para unas elecciones presidenciales cruciales, donde Kamala Harris y Donald Trump mantienen un empate técnico a pocos días de la votación. Este escenario plantea interrogantes sobre lo que sucederá si ninguno de los candidatos logra obtener la ventaja necesaria para ser electo.
Las encuestas reflejan una paridad notable entre ambos candidatos, y los siete ‘swing states’ o estados pendulares jugarán un papel determinante en el resultado final. Pero, ¿qué ocurre si se da un empate?
El sistema electoral estadounidense tiene una característica particular: los ciudadanos registrados no votan directamente por los candidatos presidenciales, sino que eligen electores por estado que designan al presidente y vicepresidente. El Colegio Electoral, compuesto por 538 representantes de los 50 estados, es quien determina al ganador. Cada estado tiene un número de electores proporcional a su población, otorgando más peso a los más habitados.
Para que un candidato se convierta en presidente, debe obtener al menos 270 votos en el Colegio Electoral. Sin embargo, en un contexto de tanta paridad, es posible que tanto Harris como Trump terminen con 269 votos cada uno, lo que resultaría en un empate.
En este caso, la duodécima enmienda de la Constitución establece un mecanismo para resolver la situación mediante "elecciones contingentes". Esta enmienda otorga al Congreso la responsabilidad de decidir: la Cámara de Representantes elegiría al presidente, mientras que el Senado escogería al vicepresidente.
Las elecciones legislativas, por lo tanto, podrían tener un impacto significativo en este escenario. Existe la posibilidad de que se forme un gobierno mixto, donde la Cámara Baja elija a un presidente de un partido y el Senado a un vicepresidente de otro. Cada estado tiene un voto en este proceso, y, aunque la Constitución no obliga a los representantes a respetar la voluntad popular, esto podría llevar a situaciones donde el partido más votado en un estado no obtenga el apoyo en el Congreso.
Históricamente, el Congreso solo decidió al presidente en dos ocasiones: en 1800, cuando Thomas Jefferson y Aaron Burr quedaron empatados, y la Cámara eligió a Jefferson; y en 1824, cuando John Quincy Adams fue elegido tras no alcanzar la mayoría de los votos electorales ningún candidato.
A medida que se acercan las elecciones, el país espera con incertidumbre el desenlace de esta contienda que podría marcar un nuevo capítulo en la política estadounidense. La incógnita persiste: ¿cómo impactará el mandato del ganador en las relaciones con Argentina? Bueno, eso está por verse.