IMPSA, el primer objetivo en el Plan de Privatizaciones de Javier Milei

El presidente Javier Milei fijó como fecha límite diciembre para el primer intento de Argentina de vender un listado de empresas públicas al sector privado, en un movimiento clave de su política de austeridad. Las privatizaciones, que simboliza con la imagen de una motosierra, forman parte de su campaña para reducir la participación del Estado en la economía. Entre las empresas que Milei busca privatizar se encuentran ferrocarriles, bancos, una aerolínea y otras entidades públicas.

El gobierno argentino eligió a la constructora de proyectos hidroeléctricos Industria Metalúrgicas Pescarmona (IMPSA) como su primer objetivo en este proceso. Se ha mantenido en conversaciones con el Industrial Acquisitions Fund (IAF), un fondo estadounidense especializado en adquirir y revitalizar empresas del sector energético e infraestructural. Sin embargo, la operación se enfrenta a varios obstáculos, principalmente debido a la considerable deuda de IMPSA, que asciende a US$536 millones. IAF pretende saldar esta deuda antes de concretar la compra, lo que ha generado incertidumbre sobre el futuro de la empresa.

IMPSA, en gran parte propiedad del gobierno nacional y de la provincia de Mendoza, es un reflejo de los problemas económicos que enfrenta el país, con una deuda que ha sido reestructurada en dos ocasiones en la última década. Actualmente, sus bonos internacionales se cotizan a solo una fracción de su valor nominal. Si no se alcanza un acuerdo para privatizar la empresa antes del 15 de diciembre, IMPSA podría enfrentarse a la quiebra, según fuentes cercanas al proceso.

Este caso subraya los desafíos de Milei para reducir la cantidad de empresas públicas en manos del Estado. La administración ya ha tenido problemas con huelgas laborales que han afectado a Aerolíneas Argentinas y Trenes Argentinos, dos de las empresas estatales más grandes. Además, el proceso de licitación de la empresa ferroviaria de carga enfrenta complicaciones, dado el mal estado de la infraestructura.

IMPSA, fundada en 1907 en Mendoza, ha sido un actor clave en la industria vitivinícola y, más recientemente, en la construcción de proyectos hidroeléctricos y maquinaria pesada para puertos de carga. La privatización de la empresa marca el inicio de un proceso más amplio que podría redefinir el papel del Estado en la economía argentina en los próximos meses.